MANIFIESTO
Buscamos empresarios que quieran hacer de este manifiesto un estilo de vida
Soy un empresario que invitó a Dios en sus asuntos corporativos, porque entendió que no hay éxito que valga la pena si su fin no es usado para glorificarlo a Él. Que fue Dios quien, por su gracia, me dio capacidad para entregarme talentos para servir a los demás a través de ellos y que, como buen siervo fiel, me apropio de ellos y los expando a través de una marca que lo refleje a Él en todo lo que hace
Dios es miembro fundamental de mi Junta Directiva empresarial, un hábito corporativo esencial que me ayuda a cuidar mis intenciones y asegurar que cada decisión, oportunidad y alianza esté alineada con su dirección.
Soy consciente que el mundo empresarial conduce a diferentes caminos de éxito que facilmente me pueden desviar del propósito, pero me comprometo a cultivar en mi humanidad acciones que conduzcan a la prudencia y la sabiduría, para asī evitar el caos, la vanagloria, el egoísmo y la perdición.
Entiendo que Dios quiere bendecirme y para ello necesita limpiar la mentalidad de escasez, mediocridad y de apariencia, poniendo en mi el sentir para HACER para lograr avanzar en consistencia en el nombre de Jesús.
Mi anhelo es producir frutos de bienestar para que quienes me rodean lo vean a Él, y eso me lleva a actuar como un mayordomo fiel y justo, dedicando especial atención al cuidado de mi equipo de trabajo, mis clientes, mis finanzas y mis procesos.
Creo en Dios, y eso hace que crea en mí en la correcta medida de fe que me fue entregada y eso me recuerda que nunca se tratará de mi, sino de DIOS EN MI.
QUIÉN ESTÁ DETRÁS
Durante 15 años de su vida se he dedicado a apoyar el crecimiento de marcas con posicionamiento digital en todas sus dimensiones a través de su Agencia GRUPO ÁLMAGO.
Después de tener los clientes correctos, los aliados correctos y el equipo correcto, siguió encontrando vacíos que le impedían llegar a un nuevo nivel empresarial y fue cuando confrontó sus acciones como líder de marca y pasó de hacerlo con sus capacidades e invitó a Dios a hacer parte de su Junta Directiva.
A esa nueva pasión la llamó CERTEZA y la hizo un movimiento de FE y ACCIÓN a través de una Mentoría que inicia con preguntas dificiles y termina con un camino de resultados que te sorprenderá.
Después de hacerlo con más de 300 empresarios, entendió que tenemos muchas herramientas comerciales, pero pocas herramientas espirituales para empresarios que quieren creer más en lo que Dios les dio con sus talentos pero tienen miedo de perderse en las corrientes del mundo y entonces, nace LA INDUSTRIA DEL ALMA
La Industria del Alma es direccionada por Yule Marin
